Tokio Blues, Norwegian Wood es puro sentimiento. Mientras algunos se empeñan en describir paisajes o salones, Murakami apuesta por escribir, con inteligencia y sensibilidad, sobre las emociones humanas. Amor, desamor, miedo, desesperación, tristeza y esperanza. Todo ello queda retratado en una novela que, pese a estar ambientada en un escenario tan lejano al nuestro, nos habla directamente al corazón. Es pura melancolía, perfecta para leer en noches de otoño o invierno, con lluvia a ser posible. No obstante, no he leído nada tan reconfortante. Fue el libro que me ayudó a sobrellevar la ruptura del pasado invierno.
Las aventuras de Watanabe en el Tokio de los sesenta no son como las de La Isla del tesoro, tampoco son como las de Ráskolnikov en Crimen y castigo. Es decir, Tokio Blues no narra trepidantes acciones absolutamente intrascendentes ni tampoco trata de aleccionarnos moralmente. Lo que hace me parece mucho más interesante: Murakami comparte con sus lectores todo aquello que nosotros sentimos, compartimos pero con lo qué tenemos verdaderas dificultades para expresar. Si existe un discurso objetivo es éste. El autor no nos vende nada, ni juzga, sólo abre su corazón y verbaliza algunas de las cosas más bellas y también más dolorosas que el ser humano es capaz de sentir.
“Cerca de Shibuya olvidaré tu amor y encontraré un nuevo océano…”
Las aventuras de Watanabe en el Tokio de los sesenta no son como las de La Isla del tesoro, tampoco son como las de Ráskolnikov en Crimen y castigo. Es decir, Tokio Blues no narra trepidantes acciones absolutamente intrascendentes ni tampoco trata de aleccionarnos moralmente. Lo que hace me parece mucho más interesante: Murakami comparte con sus lectores todo aquello que nosotros sentimos, compartimos pero con lo qué tenemos verdaderas dificultades para expresar. Si existe un discurso objetivo es éste. El autor no nos vende nada, ni juzga, sólo abre su corazón y verbaliza algunas de las cosas más bellas y también más dolorosas que el ser humano es capaz de sentir.
“Cerca de Shibuya olvidaré tu amor y encontraré un nuevo océano…”
¡ah, qué rabia, no me deja subir fotos! lo volveré a intentar, mientrastanto aki keda el texto para mis fieles lectores XD.
7 comentarios:
Les coses de la vida: el meu últim regal de nòvio és el que et va ajudar a portar la ruptura amb mi. A mi també em va agradar, per molts motius, però, sobretot, perquè enganxava de principi a final. Reivindiquem els arguments com a sustent de les novel·les!! Ara bé, Murakami no és objetciu: no és moralista, però és subjectiu, com tots.
Bé, quan deia objectiu volia dir que... vaja, no trobes cap judici ni moral ni intel·lectual... És tot purament sensitiu i emocional. Això m'encanta. És com una cançó de La Casa Azul. Crec que aquest tipus d'expressió artística és la millor. Per a les altres coses ja tenim els assajos i les columnes dels diaris... Estic escoltant el Tah-Dah ara mateix, per primer cop, m'està donant molt bona impressió. A tu potser et sembla pedant pq hi ha poca electrònica...
Cal recordar que un dels meus grups favorits és Pulp? I seguit de Suede? M'és igual si hi ha pocs sintetitzadors al Ta-Dah, només dic que justificar que en posen menys dels que voldrien pq així són més artístics em sembla patètic.. Què cony tindrà a veure??
Porto tot el dia escoltant l'àlbum i em sembla bastant bo. Deixa'm que el paeixi una mica i de seguida faré un post en defensa de Scissor Sisters. Seguirem discutint.
JO sóc el primer que defensa Scissor Sisters, però la seva música, no el seu discurs... Es preveu intensa la discussió..
Yo, la verdad, no puedo decir que haya leido el libro, tan solo he llegado a la pagina ochenta, pero llevo intentandolo desde las pasadas navidades. Ya se sabe, es el tipico libro que te regalan, y como uno es educado intenta leer hasta el final. Pero nada, de la pagina ochenta que no paso, y eso que Maika tambien se lo leyo y dice que le gusto.
No se, algunos dias me pregunto si mas me hubiera valido que me regalaran "El codigo Davinci" que oye, sera menos profundo, pero parece mas facil de leer, sobre todo en la playa. Es un flipe, plantas la toalla, das un vistazo a tu alrededor y ala, todo dios con el dichoso codigo, y tu ejerciendo de tio raro con el librito del Murakami (especialmente dedicado para los dias de otoño) y como no hay despelote ni na en la playa como para dedicarle atencion a sus languidas paginas.
De todos modos no quiero dejar en mal lugar a mis progenitores por lo que intentare ser agradecido terminando de leer el libro y diciendo que me ha gustado mucho, aunque me cueste casi un año el hacerlo.
Pero, Luis, ¿¿tú has ido a la playa??
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